La implementación del nuevo centro de distribución (CEDIS) no solo significó un cambio físico en la infraestructura, sino que marcó una evolución profunda en la forma de operar de la empresa. La migración fue acompañada de un exhaustivo programa de capacitación diseñado para adaptar al personal a los nuevos sistemas y procesos, esenciales para maximizar la eficiencia en la operación.

Uno de los logros más notables fue el incremento en la productividad del surtido, que se elevó en un 200%, permitiendo procesar más de 400 piezas por hora. Este avance fue posible gracias a la introducción de tecnologías y métodos que optimizaron la localización y gestión de inventario. En lugar de buscar productos manualmente entre múltiples tarimas, ahora el personal puede identificar la posición exacta de cada artículo con precisión, lo que ha reducido drásticamente los tiempos de búsqueda y errores en la preparación de pedidos.

La capacitación no solo se centró en el uso de nuevas herramientas, sino también en la importancia de seguir procesos estandarizados que garantizan la consistencia y calidad en cada operación. A medida que el equipo se familiarizó con estas innovaciones, se pudo observar una mejora continua en la velocidad y precisión del trabajo, contribuyendo a un flujo de operación más fluido y confiable.

Este enfoque integral en la formación y adaptación del personal no solo permitió a la empresa superar los desafíos iniciales de la migración, sino que estableció las bases para un crecimiento sostenible. La ubicación estratégica del nuevo CEDIS, combinada con procesos mejorados y un equipo capacitado, ha permitido a la empresa ofrecer un nivel de servicio superior, reducir costos operativos y aumentar su capacidad para atender la demanda de manera más eficaz y competitiva en el mercado.