Caso de estudio:
Empresa dedicada a la Agricultura
Agricultura: Transformación Logística que Impulsa el
Futuro del Sector Agrícola
En el estado de Chiapas, una región reconocida por su exuberante riqueza natural y su vasto potencial agrícola ha emergido una empresa líder en el sector agrícola. Situada estratégicamente, esta empresa ha logrado consolidarse como un referente en el mercado, destacándose no solo por la calidad de sus productos, sino también por su enfoque en el desarrollo sostenible. A través de la producción, comercialización y exportación de productos agrícolas de alta calidad, han contribuido significativamente al crecimiento económico de la región, posicionándose como un actor clave en la industria.
El reto:
A pesar de su éxito, la empresa no ha estado exenta de desafíos. Uno de los más significativos ha sido la falta de alineación en sus procesos logísticos. Durante años, estos procesos se mantuvieron mayormente análogos, lo que dificultaba la obtención de una visión clara y actualizada de las operaciones en todas las áreas de la empresa. Esta falta de digitalización en la logística no solo limitaba la eficiencia operativa, sino que también representaba un obstáculo para el crecimiento y la expansión en mercados más competitivos.
Reconociendo la necesidad de adaptarse a un entorno empresarial en constante cambio, la empresa ha iniciado un proceso de transformación digital, enfocándose en modernizar sus operaciones logísticas. Este cambio ha sido impulsado por la necesidad de mejorar la coordinación entre las diferentes áreas de la empresa y optimizar la gestión de los recursos.
Al implementar soluciones tecnológicas avanzadas, han logrado mejorar la visibilidad de sus procesos, lo que les permite tomar decisiones más informadas y estratégicas.
Esta situación los motivó a buscar un socio estratégico como LDM, con el cual se plantearon los siguientes objetivos principales dentro de su cadena de suministro.
Optimización y Eficiencia: La Transformación de la Cosecha
Durante la primera fase, se planificó la cosecha coordinada en ciclos; primero, fue necesario determinar cuántos ciclos (habría) se contaría, cuánto (días durará cada uno) tiempo de duración del ciclo, y establecer los índices de productividad. Esto implicó calcular cuántos jornales se necesitan por ciclo y por lote, además de estimar cuántos Racimos de Fruta Fresca (RFF) se cosecharán por jornal. Por lo que llevar este control tan minucioso fue clave para medir el avance de las cosechas en cada finca o sector, y así mantener una gestión eficiente y productiva. Otro aspecto esencial fue el mantenimiento de la maquinaria agrícola. Contar con un programa de mantenimiento preventivo y correctivo ayudó a mantener el equipo en óptimas condiciones, reduciendo al mínimo los tiempos de inactividad durante la cosecha. Esto requirió un monitoreo constante del estado de la maquinaria y una programación adecuada del mantenimiento, según la carga de trabajo.
Por otro lado, el controlar el consumo de combustible fue vital para optimizar los recursos. Se establecieron procesos y herramientas que permitieron monitorear su uso, registrando y analizando los datos por jornada y ciclo de cosecha, ayudando a identificar áreas donde se pueden reducir costos y mejorar la eficiencia. Al mismo tiempo, la planificación de la producción y el abastecimiento deben ir de la mano con las necesidades de infraestructura y logística. Esto significó estar al tanto del progreso de la cosecha y garantizar que los productos se entreguen a tiempo, manteniendo un flujo constante y eficiente de la producción hacia el mercado.
En la segunda fase, LDM se enfocó en el proceso en el que la fruta llega a la planta hasta que se convierte en el producto final. Por lo que se aseguró de que cada etapa esté perfectamente diseñada y documentada con diagramas de flujo claros y sencillos. Estos diagramas fueron la clave para mantener la eficiencia en todo momento. Además, se incorporaron formatos de control que permiten vigilar de cerca la calidad de la fruta en cada etapa. Así, si se detecta que algo no va como debería, se puede corregir de inmediato para no comprometer nuestros altos estándares
También LDM desarrolló formatos específicos para controlar rigurosamente la calidad en cada fase, garantizando que solo lo mejor de lo mejor llegue al cliente final en las condiciones óptimas.
Por otro lado, en recursos humanos, se desarrolló un panel de indicadores clave que servirá como brújula para monitorear el desempeño del equipo. Este panel dio una visión clara de aspectos como la productividad, la retención de empleados y el cumplimiento de normativas laborales.
Finalmente, la creación de un área específica de contraloría fue fundamental. Este nuevo departamento se encargó de supervisar y auditar las operaciones financieras y administrativas, manteniendo todo en orden y actualizado. La contraloría se volvió el pilar que aseguró que las políticas internas se cumplan y que los recursos de la empresa se utilicen de manera eficiente.
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